La gama Day-Date se enriquece con nuevas variaciones interpretadas con arreglo a una partitura que se domina desde hace tiempo: un savoir-faire excepcional y complejo que se refleja hasta en el más mínimo detalle. Colores, materiales, motivos decorativos y marcadores de horas; todos y cada uno de estos elementos aportan armonía a unas combinaciones inéditas.
El Day-Date 40 estrena unas esferas sombreadas. La modalidad fabricada en oro Everose de 18 quilates presenta una esfera de color pizarra sombreado. Se trata de una esfera inédita tanto por la tonalidad, pues el color del centro se va oscureciendo hasta llegar al negro en el contorno, como por los números romanos independientes facetados y los índices facetados en oro rosa de 18 quilates. Hasta ahora, las esferas sombreadas de Rolex eran exclusivas del Day-Date 36 y lucían unos marcadores de horas engastados con diamantes. Esta nueva esfera da continuidad a un diseño presentado por la marca en la década de 1980 y relanzado en 2019.
Fabricada en oro blanco de 18 quilates, la segunda modalidad del Day-Date 40 viste su esfera de nácar blanco perlado. Es la primera vez que este modelo luce este material natural. En esta modalidad, el brillo del nácar de la esfera se intensifica todavía más gracias a los diez diamantes talla baguette que conforman los índices.
El Day-Date 36 luce en su esfera los números romanos independientes facetados y los índices facetados que hasta ahora solo estaban disponibles en el Day-Date 40. La nueva modalidad en oro amarillo de 18 quilates exhibe, además, una esfera lacada blanca adornada con estos marcadores de horas que ya se han vuelto emblemáticos y que presentan una forma perfectamente geométrica y una superficie uniforme, lisa y brillante. Fabricadas una a una en un taller especializado, cada pieza se somete a un mínimo de siete operaciones —todas ellas supervisadas o realizadas por un especialista— antes de colocarse en la esfera.
El Day-Date 36 en oro Everose de 18 quilates presenta por primera vez una esfera azul-verde adornada con diez diamantes talla baguette. Esta esfera, que se distingue por su profundidad e intensidad, también se encuentra disponible en una modalidad dotada de un bisel engastado con 60 diamantes talla trapecio. La fabricación de este bisel, reservado hasta ahora para el Day-Date 36 en platino 950 y para el Day-Date 40 en oro de 18 quilates o en platino 950, requiere tiempo y paciencia por parte del engastador, que ajusta y fija a mano cada una de las gemas.
El Day-Date 40 y el Day-Date 36 están equipados con el calibre 3255, un movimiento a la vanguardia de la tecnología relojera, que les permite mostrar el día de la semana y la fecha además de las horas, los minutos y los segundos.
Como todos los relojes Rolex, el Oyster Perpetual Day-Date 40 y el Oyster Perpetual Day-Date 36 cuentan con la certificación de Cronómetro Superlativo, que garantiza su excelente rendimiento en la muñeca.
Cuando ve la luz en 1956, el Day-Date constituye una gran innovación al ser el primer reloj de pulsera con calendario que indica, como complemento de la fecha, el día de la semana con todas las letras en una ventana en forma de arco en la posición de las 12 h, una verdadera proeza técnica para la época. La indicación del día de la semana está disponible en 26 idiomas a elegir. Los relojes de la gama Day-Date se fabrican exclusivamente en metal precioso: oro amarillo, blanco o Everose de 18 quilates, o incluso platino 950.
Ejemplo de solidez y elegancia, la caja Oyster del Day-Date 40 y del Day-Date 36, de 40 y de 36 mm de diámetro respectivamente, garantiza una hermeticidad de hasta 100 metros de profundidad. La corona de cuerda Twinlock, provista de un sistema de doble hermeticidad, se enrosca firmemente a la caja. El cristal, coronado por la lente Cyclops en la posición de las 3 h para facilitar la lectura de la fecha, está realizado en zafiro prácticamente imposible de rayar y presenta un tratamiento antirreflejos. Totalmente hermética, la caja Oyster protege de forma óptima el movimiento que alberga en su interior.
El Day-Date 40 y el Day-Date 36 están equipados con el calibre 3255, un movimiento completamente desarrollado y manufacturado por Rolex. Presentado en 2015, se integró en el primer modelo en el año de su lanzamiento y en el segundo, en 2019. Concentrado de tecnología, este movimiento mecánico de cuerda automática ofrece un elevado rendimiento, especialmente en materia de precisión, autonomía, comodidad de uso y fiabilidad.
El calibre 3255 dispone de un sistema de cuerda automática por rotor Perpetual. Gracias a la arquitectura de su barrilete y al rendimiento superior de su escape, posee una reserva de marcha de aproximadamente 70 horas.
El Day-Date 40 y el Day-Date 36 están dotados de un brazalete President. Creado especialmente para el lanzamiento del prestigioso Oyster Perpetual Day-Date en 1956, este brazalete de tres elementos, fabricado exclusivamente en oro de 18 quilates o en platino 950, todavía hoy se reserva al Day-Date, así como al Datejust en metal precioso. Está dotado de un elegante cierre Crownclasp desplegable invisible e incorpora, en el interior de sus eslabones, inserciones de cerámica —diseñadas por Rolex y patentadas— para aumentar su fluidez de uso y su longevidad.
Como todos los relojes Rolex, el Oyster Perpetual Day-Date 40 y el Oyster Perpetual Day-Date 36 cuentan con la certificación de Cronómetro Superlativo redefinida por Rolex en 2015. Esta denominación atestigua que cada reloj que sale de los talleres de la marca ha superado con éxito una serie de pruebas llevadas a cabo por Rolex en sus laboratorios internos y con arreglo a sus propios criterios, que siguen a la certificación oficial del movimiento por parte del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).