Esta esfera presenta un gran VI engastado de 11 diamantes. El acabado tipo sol crea delicados reflejos de luz en muchas esferas de la colección Oyster Perpetual. Se obtiene utilizando técnicas magistrales de cepillado que crean surcos que salen del centro de la esfera. La luz se difunde constantemente a lo largo de cada grabado, creando un sutil brillo característico que se mueve según la posición de la muñeca. Una vez completado el acabado tipo sol, el color de la esfera se aplica mediante PVD (Physical Vapour Deposition) o galvanoplastia. Una ligera capa de barniz le da a la esfera su aspecto final.
Los engastadores, al igual que los escultores, modelan los metales preciosos para preparar el espacio donde alojarán perfectamente cada piedra preciosa de forma manual. Con el arte y savoir‑faire de los joyeros, cada piedra se alinea meticulosamente hasta engastarla de forma segura en el oro o en el platino. Además de la calidad intrínseca de las piedras, otros factores contribuyen a la belleza del engaste de piedras de Rolex: la alineación precisa del tamaño de las piedras, su orientación y posición, la regularidad, la solidez y las proporciones del engaste, así como el acabado del trabajo en metal. Una combinación mágica de luces que embellece el reloj y hechiza a quien lo lleva.
El oro es codiciado por su lustre y su nobleza. El acero afianza la fuerza y la fiabilidad. Juntos, combinan armoniosamente lo mejor de sus propiedades. Verdadera firma de Rolex, el Rolesor ha sido parte de los modelos Rolex desde principios de los años treinta y fue patentado como nombre en 1933. Es uno de los prominentes pilares de la colección Oyster.
Le rogamos que nos especifique su forma de contacto deseada y le responderemos lo más pronto posible.